¿Qué beneficios aporta un cuadro de Mando?

Un cuadro de mando permite tener una visión objetiva de la situación del área para el que se ha diseñado, o de toda la compañía si se trata de un cuadro de mando integral (CMI).

Permite contrastar la situación frente a los objetivos establecidos en la estrategia, facilitando la toma de decisiones para corregir y/o reforzar las medidas oportunas.


Centraliza, unifica  y normaliza la información y su análisis,  posibilitando entornos colaborativos de trabajo con una información única, objetiva y de calidad, permitiendo focalizarse en la toma de decisiones, sin pérdidas de tiempo en la preparación de múltiples informes, ni en la comprobación de la validez y fiabilidad de los datos y sus métricas, ni en la comparación de distintos datos procedentes de presentaciones personalizadas o individualizadas. Lo que supone una mejora en la comunicación y reducción de riesgos para la toma de decisiones inteligentes

¿Qué es un cuadro de mando?

Un cuadro de mando es una herramienta que permite conocer la situación global del negocio o de un área concreta, de una forma rápida y simple.  El cuadro de mando agrupa los KPI’s necesarios, organizados y representados adecuadamente para que la información pueda ser interpretada de la forma más efectiva para su compresión y facilitar la toma de  decisiones

¿Qué son los KPI’s?

Acrónimo ingles Key Performance Indicator, hace referencia al conjunto de métricas que se usan para sintetizar la información relativa a la eficacia y eficiencia de las acciones tomadas.

¿Para qué sirven los KPI’s?

Los KPI’s son fundamentales en la etapa de medir y analizar dentro del ciclo de mejora continua que debe perseguir toda empresa. Y deben seleccionarse y ajustarse para medir de forma objetiva el resultado de las acciones implementadas.

¿Cómo debe ser un KPI?

Un KPI debe ser valioso para el negocio y ayudar a la toma de decisiones inteligentes. Por tanto deben estar relacionados a la estrategia y relevantes para medir el rendimiento de los objetivos.

Los KPI’s deben evidenciar objetivamente lo acontecido frente a intuiciones y/o percepciones, facilitando el análisis y las decisiones a tomar. Los KPI’s deben estar alineados con los objetivos  estratégicos, mostrando sus posibles desviaciones. Los objetivos deben estar acotados temporalmente, de modo que su medición mediante KPI’s esté referenciada en un contexto temporal.  Los objetivos deben tener las características SMART (eSpecífico, Medible, Alcanzable, Relevante, Temporizado)

¿Cómo debe ser un cuadro de mando?

Un cuadro de mando debe mostrar exclusivamente la información que sea imprescindible, de una forma resumida, simple y sencilla de comprender. La información debe ser la mínima, fiable, actualizada y rigurosa para  que el análisis pueda realizarse con rapidez.

Su diseño debe ser intuitivo, estructurado, destacando los elementos principales y lo relevante.

Un cuadro de mando debe ser ágil, sencillo, flexible, personalizado, fiable, preciso, actualizado, interactivo

Siempre que la solución y el volumen de datos lo permita, es muy recomendable, dotar al cuadro de mando de la capacidad de profundizar hasta el nivel de detalle desagrupado de los datos que componen los indicadores. Es decir, sin perder nada de lo anteriormente descrito, dotar al cuadro de mando de la capacidad de navegar hasta los datos unitarios que permitan explicar, en aquellos casos, que los resultados lo requieran, la procedencia y/o composición de dichos resultados.

¿Qué no debe tener un cuadro de mando?

Las enormes capacidades analíticas y visuales que ofrecen actualmente la mayoría de las soluciones de Business Intelligence y análisis de datos,  invitan a caer en determinadas prácticas no recomendables, tales como:

  • Incluir métricas no asociadas a objetivos previamente definidos
  • Incluir numerosas métricas relacionadas de algún modo con objetivos, pero sin llegar a ser lo suficientemente relevantes para los mismos. Ocasionando “ruido” y dificultando el análisis ágil.
  • Usar visualizaciones “muy vistosas” pero poco útiles o difíciles de interpretar.

El cuadro de mando debe permitir la correcta medición de los objetivos previamente establecidos, mediante KPI’s convenientemente alineados,  por lo que estos objetivos deben estar bien definidos y suficientemente detallados o descritos para posibilitar su medición. Si se detecta dificultad en implementar o interpretar la medición, se recomienda “trocear” el objetivo en partes manejables. En la misma línea, es conveniente valorar el coste que implica el cálculo de determinados KPI’s, incluyendo el de obtener y procesar los datos necesarios para su cálculo frente a su aportación en la toma de decisiones y/o en las mejoras a implementar sobre el negocio.

Cuadro de Mando por áreas

Ventas

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